sábado, 7 de julio de 2007

Opinión

Las ansias de figuración personal y los protagonismos infértiles no pueden llegar al límite en Antropología. Cómo es posible que hoy, dos días antes del tan esperado 10 de Julio, lo único que se registre en este Blog y en los correos personales e institucionales sobre la ya famosa pero hasta ahora incógnita campaña NO LE ECHE LLAVE A LA UNIVERSIDAD, son los desacuerdos y desavenencias entre la estudiante Marcela Amador y la profesora Myriam Jimeno. Referente el interrogante que hace Amador en su carta sobre ¿qué va a pasar el 10 de julio?, me es imposible no pensar que, si el punto a discutir es el de si es bueno abrir o cerrar la U, seguramente NADA NUEVO pasara. Apoyo de manera resuelta la campaña propuesta, como autorreflexión necesaria que de principio nos marque el camino. Lo que es inaudito es que dicha reflexión, a estas horas del camino, se haga necesaria.

Coincido con nuestras remitentes en que el cierre de la universidad debe denunciarse como un crimen a la conciencia critica que aún sobrevive en este país, y que además, mucho antes del intransigente cierre decretado en la torpe y obstinada acción emitida desde rectoría, la universidad ya estaba cerrada, por fuerzas mucho más oscuras con intereses menos evidentes o para mi minimamente comprensibles. La Universidad abierta y en funcionamiento es el principio básico de cualquier discusión o acción que procure ser productiva, pretender llegar solamente a ésto como gran conclusión de nuestras discusiones, será la forma más absurda de haber perdido nuestro tiempo. Que nuestra meta el martes sea trascenderla.

Una campaña con resultados no debe girar sobre el eje de un legitimo aunque simple ¡NO! contra decisiones que otros toman y seguirán tomando, y nosotros qué ¿seguiremos solo protestando? Tal vez, frente a la complejidad del problema al que hoy nos enfrentamos, las propuestas han sido lo más difícil de distinguir entre tanto pito, campamento y rechifla del León.
El último documento enviado por el profesor Múnera(1) trae cosas interesantes. Planteo entonces, como idea para organizar la discusión de la próxima y las muchas próximas semanas de este largo proceso, dividirnos en tres frentes que exploren los escenarios prácticos en los que se desenvuelve el problema y sus posibles soluciones: uno interno, que se encargue de organizar un rendimiento de cuentas por parte de la administración a la comunidad universitaria sobre los procesos, el estado actual y las perspectivas financieras en la UN (porque no es lo mismo, así lo diga el rector, tener que pagar el 6%, el 3% o nada del pasivo pensional), un segundo frente en el ámbito de la política nacional, que se encargue de estudiar la viabilidad de las acciones reseñadas por Múnera, definir desarrollos de estas o proponer acciones novedosas que logren enfrentar el régimen autoritario en que nos tocara movernos, y uno tercero, que se encargue de estudiar escenarios “externos” al conflicto pero que de alguna manera alcancen presionar a nuestro favor, hablo de organizaciones encargadas de velar por derechos fundamentales, como lo es la educación, o presión internacional, actores estos últimos, que comprobadamente sabemos asustan a Uribe Velez.

La discusión que estamos próximos a iniciar, no debe leerse cómo un reemplazo de la acción, sino como el nicho en que estas se dotaran de sentido y garantizaran el acompañamiento del amplio volumen de la comunidad universitaria. Me opongo decididamente a cualquier coerción interna de la institucionalidad del conocimiento y la critica en la Universidad Nacional, léase cierre de Waserman o bloqueos de edificios. Sin embargo, tener que luchar y oponerse a eso no es suficiente sino apenas un comienzo. Un muy contradictorio comienzo.

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(1)Documento número 3 de trabajo. Educación Superior y Plan Nacional de Desarrollo. Inverosimilitud, continuidad y ambiguedad. Junio 2007.

Daniel Varela,
Estudiante antropología

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que parte de las opiniones que expresa Daniel son provechosas, sin embargo, creo que nuevamente se cae en los errores que se han repetido infinitas veces en la universidad.

El autor propone que se creen frentes para el análisis de la situación que estudien la situación que está sucediendo, que analicen la viabilidad de las propuestas del profesor Múnera y busquen hacer que organismos internacionales presionen al gobierno porque esta comprobado que "asustan a Uribe Vélez".

Lo que pasa en la universidad más que una presión internacional o asustar al presidente para haga caso de lo que queremos, necesita buscar salidas reales a la solución que atraviesa la universidad. La situación de las pensiones es tangible en las cifras de la universidad y como en todas las instituciones, terminará lesionando su funcionamiento si no se busca una solución a este problema.

El monto adeudado por la universidad llega a ser casi 3 veces mayor o más que el resto de universidades que se encuentran en la misma situación y eso requiere buscar alternativas rápidas para sanear este problema y evitar que situaciones como esta se vuelvan a repetir.

Estoy de acuerdo con estudiar la situación de la universidad y ver todas las dinámicas que hay al interior del país y en el exterior, pero más que quedarnos en estos esfuerzos, creo absolutamente necesario que la mayor cantidad de energía se dedique a buscar soluciones reales, alternativas de mediación con el gobierno que nos permitan salir de esta crisis de la mejor forma posible.

Peleando y diciendo que el presidente es un demonio culpable de todo, no vamos a lograr nada. Independientemente del grado de aversión que todos y todas profesemos por "el enemigo", necesitamos urgentemente aunar esfuerzos para buscar soluciones reales que nos lleven a subsanar esta situación, eso es a lo que debería dedicarse nuestro esfuerzo, y terminar con la discusión de si la campaña de "NO LE ECHE LLAVE A LA U" funcionó o no.

Yo la ví como un acto simbólico para evitar nuevamente los bloqueos y ya, ahora que la universidad está abierta y funcionando, todos los esfuerzos deben encausarse en buscar alternativas. Las obras teatrales y las manifestaciones simbólicas hacen parte de las muchas formas de protesta, pero señores y señoras, busquemos soluciones reales que vayan más allá de santanizar a una u otra persona.

Creo que parte de la función de este blog y de las personas de la asamblea, es promover que nos unamos y aunemos esfuerzos en buscar soluciones reales, la universidad las necesita, y más allá de quedarnos en las discusiones sobre las políticas neoliberales, creo que debemos buscar tratar de construir salidas jurídicas a este problema. Sí debemos protestar contra el neoliberalismo y sus políticas irreales y aplastantes, pero también debemos no perder el horizonte y ver que necesitamos solucionar este problema antes de que la situación se torne peor. Es más, deberíamos fuera de buscar soluciones mediadas con el gobierno, mirar la posibilidad de reestructurar o crear mecanismos que impidan que volvamos a regresar a la misma situación que nos afecta hoy.

Unknown dijo...

Resulta paradójico que alguien acuda a un espacio público para criticar a otr@ alguien por tener supuestas "ansias de figuración personal".

Por otro lado, me parece que este comentario contiene una desviación de percepción al sostener que hay "desacuerdos y desavenencias" entre dos personas.

Además afirmar que "la universidad ya estaba cerrada, por fuerzas mucho más oscuras con intereses menos evidentes o para mi minimamente [sic] comprensibles" sin denunciar tales fuerzas oscuras sólo contribuye negativamente, por múltiples efectos, uno de ellos derrotista y naturalizante de realidades impuestas.